“Si el viejo hombre volviera a nuestras vidas, y si lo escuchamos, tengámosle miedo ya que tendrá la misma influencia sobre nosotros como si éste viejo hombre no estuviera muerto. Nos controlará y destruirá. Ahora, si lo ignoramos y decimos: “Este no soy yo, eres tú Satanás, y quieres que yo crea que el viejo hombre no ha muerto. Yo te rechazo y resisto. Te trato como un poder demoniaco opresor, y me desligo de ti.” Si decimos esto, la vil voz desaparecerá, la sombra igual, y la batuta de fe disipará el espíritu perturbador, enviándolo de nuevo al abismo. En su lugar encontraremos a Cristo, con su vida resucitada para darnos confianza y sellar nuestra victoria.
“Satanás soporta todo menos nuestra negligencia. Si lo ignoramos, se disgusta y desaparece. Jesús le dio la espalda al decir: “aléjate de mí.” Rechacémosle así nosotros para que él se vea obligado a huir conforme al acto de fe por nuestra parte.
Antes pensaba que siempre debía vivir de un tropiezo a otro ya que mi viejo hombre se veía envenenado del pecado. Ahora hay un poderoso nuevo hombre que me sostiene, purificándome, guardándome y viviendo en mí.” A B Simpson.
Cita Bíblica: ¡Aléjate de mí, Satanás!--Mateo 16.23
“Satanás soporta todo menos nuestra negligencia. Si lo ignoramos, se disgusta y desaparece. Jesús le dio la espalda al decir: “aléjate de mí.” Rechacémosle así nosotros para que él se vea obligado a huir conforme al acto de fe por nuestra parte.
Antes pensaba que siempre debía vivir de un tropiezo a otro ya que mi viejo hombre se veía envenenado del pecado. Ahora hay un poderoso nuevo hombre que me sostiene, purificándome, guardándome y viviendo en mí.” A B Simpson.
Cita Bíblica: ¡Aléjate de mí, Satanás!--Mateo 16.23