Reflexión 14 de Octubre 2020

“Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor—. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra! (Isaías 55. 8, 9).

Los versos de hoy se encuentran en el contexto de la historia de Israel, el pueblo escogido de Dios, que vivió la experiencia del cautiverio en Babilonia por setenta años (app. en el año 600 a.C.).

Son palabras de ánimo que Dios les hace llegar, a través del profeta Isaías, que además reflejan como entiende Él la limitación del hombre. Pero lo maravilloso es constatar el vínculo que contiene esta expresión.

Es cierto, sus caminos y pensamientos son mas altos que los del hombre y la mujer, sin embargo su exhortación no pretende generar en ellos la crisis del abandono o de la lejanía, muy por el contrario, los versos revelan una relación familiar y muy cercana que Dios desea mantener con los suyos expresándoles, implicitamente, que tengan fe, que Él tiene un propósito para ellos, que si bien no lo pueden ver y entender, deben creer que así será.

Pero la experiencia de Israel, nos permite comprender el amor y misericordia de Dios, sus motivaciones e intenciones para con los suyos. Si bien sus planes y pensamientos son mas altos que los nuestros, no está en Él la intención de distanciarse de nosotros. Dicho de otro modo, sus planes y pensamientos que son mas sublimes y perfectos, precisamente están referidos a los suyos, a nosotros, porque Él sabe lo que es mejor para sus hijos.

No es una exhortación que surja de un corazón arrogante, burlesco, que menosprecia nuestros pensamientos y planes, muy por el contarrio, desea expresarle a los suyos, a sus escogidos y amados, la esperanza de algo mejor, a pesar de que las evidencias puedan mostrar otra realidad.

Por eso, hermanos y hermanas queridas, esta crisis desde la perspectiva de Dios, tiene un propósito que si bien ahora no podemos ver, el saber de sus motivaciones y sentimientos para con el hombre, nos permite asegurar que todo redundará para bien. Que el momento presente no nos impida perder de vista un plan de Dios, mucho más amplio para nosotros y la humanidad entera. Nuestra perspectiva debe ser eterna y no sólo de corto plazo, dejándonos influenciar por la contingencia.

Siempre Dios ha manifestado hermosas intenciones, no sólo para sus hijos sino que para la humanidad entera. A través del profeta Jeremías expresó en otra oportunidad a Israel: Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” (Jeremías 29:11)

En el Nuevo Testamento, el apóstol Pablo escribió a los hermanos en Roma respecto del mismo principio divino: “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito” (Romanos 8. 28).

En consecuencia, refugiémonos en éste hermoso principio que nos enseña la Biblia de que Dios no ha perdido el control de lo que hoy sucede, por lo que podemos descansar sabiendo que sus planes e intenciones se motivan para nuestro bien.

¡Tengamos paciencia y pidámosle hoy en oración su ayuda para perseverar y serle fieles!

Pr. Guillermo Hernández P.