Reflexión 25 de Noviembre 2020

“Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa» (Hebreos 10. 23).

Hoy estamos frente a un llamado de aliento y ánimo para todos aquellos que amamos a Dios y que le hemos entregado nuestra vida. El autor de Hebreos asegura que la razón para perseverar y permanecer firmes descansa en la fidelidad de Aquél que hizo una promesa. Por consiguiente, lo primero que debemos hacer notar es que esa sola virtud, la fidelidad, se transforma en la garantía y aval del cumplimiento de la promesa que hizo el Señor. Si Él es fiel, cómo lo es, entonces cumplirá lo que dijo.

¿Y qué promesa hizo? Por favor leamos: “… el Espíritu Santo nos da testimonio de ello… «Éste es el pacto que haré con ellos después de aquel tiempo, dice el Señor: Pondré mis leyes en su corazón, y las escribiré en su mente»; «Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades» (Hebreos 10. 15-17).

¿Y acaso no ha sido así? Por eso dice el autor de Hebreos que es el Espíritu Santo quién da fe, testimonio, de que efectivamente es así. Por consiguiente, ésta promesa de que nunca más se acordará de nuestros pecados debe inspirar nuestra fidelidad y perseverancia, porque quien la hizo ¡es el Señor. ¡No volverá a acordarse de ellos!, y maravillosamente, además, Su obra en nosotros considera poner sus mandamientos en nuestro corazón.

Ésta hermosa realidad espiritual debe afectar positivamente nuestra vida, porque nos lleva a vivir el Evangelio con confianza, con perseverancia, manteniéndonos firmes en Él. Por eso asegura Hebreos: «Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura» (Hebreos 10. 22).

¡Aleluya! ¡Gracias Señor! Sí, hermanos y hermanas, fiel es Dios porque a través de Jesucristo podemos acercarnos con confianza a su presencia, porque Él nos ha perdonado y ha puesto de Su Espíritu en nosotros. ¡Que hermosa verdad para ayudarnos a vivir este nuevo día, y todos los días que nos da!

Hermanos y hermanas queridos, por eso la exhortación de hoy va en la dirección de animarnos y alentarnos para que no nos cansemos y renovemos con convicción nuestra fidelidad al Señor, a perseverar en seguirle sabiendo que su promesa se ha cumplido, y se ha cumplido porque nuestro Señor, es fiel. No te canses, permanece firme en ésta convicción y que tengas un bendecido día. ¡Ayúdanos Señor!

Pr. Guillermo Hernández P.